sábado, 3 de septiembre de 2011

Buena Acción

Como decía nuestro fundador, Sir Robert Baden Powell, la mejor manera de ser feliz uno es haciendo felices a los demás.
Una buena acción no representa necesariamente algo extraordinario, o sí. Pero
fundamentalmente nos referimos a una buena acción con un gesto o ayuda a alguien que lo necesite y que no pueda hacerlo por sí solo.

A continuación les transcribo algunas Historias sobre la Buena Acción:

Historia de una buena acción
Esta historia, es un buen ejemplo del hecho que no importa el tamaño o el lugar de la Buena Acción sino el espíritu con que fue hecha.
Era el final del otoño de 1909. Durante el día, la ciudad de Londres había estado sumergida como en una sopa de guisantes, con una niebla espesa que prácticamente había detenido todo el tráfico, todos los negocios de la capital británica.  Un publicista norteamericano, el Sr. Boyce, de la ciudad de Chicago, tenía dificultades para encontrar una dirección en el centro de la ciudad.
Se había detenido bajo una de las lámparas de la calle para orientarse mejor,
cuando de repente apareció un muchacho entre la niebla.
- ¿Puedo ayudarlo señor? - preguntó el muchacho.
- Ya lo creo que sí - dijo el señor Boyce. - Quisiera que me indicaras cómo llegar a esta dirección...
- Yo lo llevaré ahí señor -, dijo el muchacho, y se encaminó en la dirección deseada por el Sr. Boyce.
Cuando llegaron al lugar, el señor Boyce buscó en sus bolsillos algunas monedas para dárselas de propina, pero antes de que tuviere la oportunidad
de ofrecerlas al muchacho éste le dijo:
- No señor, muchas gracias, soy Scout, y un Scout no acepta nada por ayudar a alguien".
- ¿Un Scout? ¡Y qué es eso? -, preguntó Boyce
Cuando llegaron al lugar, el señor Boyce buscó en sus bolsillos algunas monedas para dárselas de propina, pero antes de que tuviere la oportunidad
de ofrecerlas al muchacho éste le dijo:
- No señor, muchas gracias, soy Scout, y un Scout no acepta nada por ayudar a alguien".
- ¿Un Scout? ¡Y qué es eso? -, preguntó Boyce.
- ¡No ha oído hablar de los Boy Scouts de Baden-Powell? - El señor Boyce no había oído de ello. - Cuéntame de ellos - dijo.
Así es que el muchacho le platicó al norteamericano acerca de él y sus hermanos Scouts.
El Sr. Boyce quedó muy interesado y después de terminar sus negocios, le pidió al muchacho que lo llevara a las oficinas de los Boy Scouts
británicos.
Ahí desapareció el muchacho.
En la oficina, el señor Boyce conoció a Baden-Powell, el famoso general inglés que había fundado el Movimiento Scout hacía dos años.
Boyce quedó tan impresionado con lo que Baden-Powell le dijo acerca del Escultismo que decidió llevarlo a su país cuando regresó de Inglaterra.
¿Qué pasó con el muchacho que ayudó a Boyce?
Nadie lo sabe. Nadie volvió a oír de él. Sin embargo nunca se le olvidó. Los Scouts de EE. UU. regalaron al Centro Internacional de Adiestramiento, el
Parque de Gilwell, en Inglaterra, una hermosa estatua de un búfalo americano, con una simple inscripción que dice:
"Al Scout desconocido quien en su lealtad al diario cumplimiento de la Buena Acción, hizo posible traer el Movimiento Scout a los Estados Unidos
de América".


Monumento al Scout Desconocido en Japón
En 1951,  Sr. Mishima, entonces jefe Scout de la Asociación de Boy scout de Japón (ahora Scout Association de Japón), estaba asistiendo a una Conferencia Mundial realizada en EE.UU. Durante la misma pudo visitar la Oficina Central Nacional en la cual le narraron la siguiente historiaEsta es una historia verdadera de la Guerra del Pacífico  en la selva de una isla del Océano Pacífico Sur, justo antes del final de la Segunda Guerra Mundial. Durante la batalla decisiva entre los soldados japoneses y estadounidenses.
Un soldado americano mal herido, tendido sobre la tierra, notó el sonido de alguien viniendo en su camino. Al abrir sus ojos,  vió a un soldado japonés precipitarse hacia él, con una bayoneta. El soldado americano,herido e incapaz de moverse, considerandose ya hombre muerto se desmayo. Al cabo de un rato, despertó y el soldado japonés se habia ido. Cerca de él un pequeño papel le llamó la atención y lo guardó. Después de ser rescatado y ya descansando en el hospital,  recordó el pequeño papel y se lo dió a un médico para solicitar una traducción, resultando el texto siguiente: ” Yo soy el soldado japones que intento batirte con la bayoneta,  le vi saludar con 3 dedos y recordando que yo era también un scout. Los Boy scouts son hermanos, y es imperdonable matar a un soldado herido, le he dado primeros auxilios, buena suerte “.
Seriamente herido el soldado volvió a casa, y con su padre visitó  los BSA, narrandoles esta historia y dejando un donativo.
Sr. Mishima volvió a Japón y trató de localizar a este soldado japonés, pero no podía encontrarlo. Es más probable que fue muerto en combate. De la historia ” del soldado desconocido ” se ha hablado por mucho tiempo tanto es así que existe un monumento en conmemoración en Kodomo no kuni (parque “Mundo de los niños”) cerca de Yokohama, Kanagawa Prefectura, Japón.


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